Dando gracias a Dios por nuestra nación y encomendándole sus necesidades, la Iglesia en Arequipa se unió a las celebraciones por Fiestas Patrias, con la tradicional Misa y Te Deum por el 203° aniversario de la Independencia Nacional. La celebración fue presidida por el Arzobispo, Mons. Javier Del Río Alba, el jueves 25 en la Basílica Catedral y contó con la participación de las principales autoridades civiles, políticas, académicas y militares de nuestra Región.
Partiendo de las palabras de Jesús en el Evangelio del día: «el que quiera ser grande entre ustedes que se haga su servidor», nuestro Pastor destacó a los presentes que es el mismo Jesús quien nos enseña el camino de la grandeza, que es el camino del servicio a los demás. «Qué bonito es ver a un congresista que da la vida por su nación, un presidente, un jefe de las fuerzas armadas, una autoridad que da la vida por los demás. Es bonito y bueno sacrificarnos por los demás. Ahí reside la grandeza. Y Jesús, que sabe que nuestra naturaleza humana está herida por el pecado, nos ayuda cuando le pedimos con corazón humilde que nos dé su Espíritu para poder servir a los demás», manifestó el Prelado destacando la importancia de la oración para poder llevar a nuestra patria por el camino de la vida y la salvación.
Al finalizar la Misa, Monseñor Del Río agradeció la presencia de las autoridades y los animó a servir a la nación en medio de las dificultades que se presentan cada día.
Sobre el Te Deum: Se entonó por primera vez en 1821 durante la ceremonia presidida por Mons. Bartolomé María de las Heras y a pedido de Don José de San Martin para consagrar el fin de la era colonial. El nombre del cántico viene del latín que significa “A ti, Dios”, tal como rezaba su primer verso y se remonta al año 387 cuando San Agustín de Hipona fue bautizado por San Ambrosio de Milán mediante una improvisación inspirada por el Espíritu Santo.