“Recemos para que los diáconos, fieles al servicio de la palabra y de los pobres, sean un signo vivificante para toda la Iglesia”, es la intención de oración del Santo Padre para este mes de mayo, y que lo confía a la Red Mundial de Oración del Papa. El nuevo video hace hincapié en los diáconos, considerados “los guardianes del servicio en la Iglesia” y de un renovado apostolado en el mundo de hoy.
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“Los diáconos no son sacerdotes de segunda categoría. Forman parte del clero y viven su vocación en familia y con la familia. Están dedicados al servicio de los pobres que llevan en sí mismos el rostro de Cristo sufriente. Son los guardianes del servicio en la Iglesia”, aclaró el Pontífice.
Los diáconos son guardianes del servicio en la Iglesia
El ministerio eclesiástico, que es el ministerio de los hombres dedicados al servicio de Dios, comprende tres grados del sacramento del orden: los obispos, los sacerdotes y los diáconos. “Los diáconos participan de una manera especial en la misión y la gracia de Cristo. El sacramento del orden los marca con un sello (carácter) que nadie puede hacer desaparecer y que los configura con Cristo que se hizo diácono, es decir, el servidor de todos”. Ellos asisten mediante el servicio de la palabra, el servicio de la liturgia y el servicio por los más pobres y desfavorecidos. En palabras del Papa: “Están dedicados al servicio de los pobres que llevan en sí mismos el rostro de Cristo sufriente”.
No todos saben que los sacerdotes fueron ordenados diáconos en vista al servicio de la comunidad, y aún menos se sabe que los diáconos permanentes, que viven también según el carisma y vocación de servicio a los demás, están casados y viven “su vocación en familia y con la familia”. Hoy son más de 46 mil en el mundo.
Sínodo Amazónico: el diaconado al servicio de los más pobres
El Sínodo de los Obispos para la Amazonia, en el punto 104 de su Documento Final, lo dice con fuerza: “El diaconado hoy debe también promover la ecología integral, el desarrollo humano, el trabajo pastoral social, el servicio de los que se encuentran en situación de vulnerabilidad y pobreza, configurándolo al Cristo Servidor, haciéndose Iglesia misericordiosa, samaritana, solidaria y diaconal”.