Tras rezar a la Madre de Dios, el 3 de enero, II Domingo de Natividad, el Papa Francisco renovó sus mejores deseos para el 2021 que acaba de empezar y alentó a los fieles a alejarse, como cristianos, de una mentalidad fatalista o mágica. “No sabemos lo que traerá el 2021, pero lo que cada uno de nosotros y todos juntos, podemos hacer es comprometernos un poco más en el cuidado de los demás y de la Creación, nuestra casa común”, dijo el Santo Padre.
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Asimismo, el Pontífice puso en guardia sobre la tentación de «cuidar solo de los propios intereses, de seguir haciendo la guerra – por ejemplo – de concentrarse solo en el perfil económico, o vivir de un modo hedonista, es decir, buscando solo satisfacer el propio placer».
Además, el Santo Padre compartió la tristeza que sintió al leer la noticia de que en un determinado país, para escapar del confinamiento y tener unas buenas vacaciones, más de 40 aviones salieron esa misma tarde.
Ángelus del Papa
«Pero esas personas, que son buenas personas, ¿no pensaron en los que se quedaron en casa, en los problemas económicos de tanta gente que el confinamiento ha acentuado, o en los enfermos? Solamente, pensaron en las vacaciones y en hacer sus propias cosas. Eso me apenó mucho», dijo Francisco.
Finalmente, el Pontífice dirigió un saludo especial a los que empiezan el Año Nuevo con mayor dificultad: los enfermos, los desempleados, los que viven en situaciones de opresión o explotación.
«Con afecto, deseo saludar a todas las familias, especialmente a aquellas en las que hay niños pequeños o que están esperando un nacimiento. Un nacimiento es siempre una promesa de esperanza: estoy cerca de estas familias. Que el Señor los bendiga», añadió.